Pollo ecológico

La carne de pollo tiene un importante papel a nuestra dieta. Médicos y nutricionistas la recomiendan en dietas especiales bajas en calorías, colesterol, para ancianos y enfermos, aunque también se ha convertido en un producto imprescindible en la dieta de cualquier persona.

Es una rica fuente de proteínas tanto desde el punto de vista tanto cuantitativo como cualitativo. Los principales componentes de la carne de pollo son el agua (70-75%), la proteína (20-22%) y la grasa (3- 10%), de la cual la mayoría se encuentra en la piel.

A diferencia del pollo de payés, la carne de pollo ecológico, con menos intensidad de color, tiene el gusto de la carne de toda la vida y es más fina y tierna, por lo tanto menos seca, lo cual te permite cocinarla también a la plancha. Es en este punto donde se nota que los animales han vivido al aire libre y que no se los ha engordado, en pocos días, con luz artificial.

Un pollo ecológico tiene un periodo de crecimiento que dobla el del pollo convencional (un mínimo de 81 días, a diferencia de los pollos convencionales, que son sacrificados a los 30-40 días de su nacimiento). De esta forma, se consigue que la grasa se integre en el muslo de manera natural. Tiene un peso de 3 kg, y un color de piel entre blanco y amarillo.

Nuestros pollos de crianza ecológica viene de Valles Oriental, Osona y Gerona. Nuestros pollos viven en un entorno a lujo, rodeados de natura, por donde pueden pasear de forma libre. La normativa que marca la CCPAE (Consejo Catalán de la Producción Agraria Ecológica) establece que para tener la denominación ecológica tienen que tener 8 horas de descanso sin luz artificial, acceso a patios y a superficies marcadas de corral y las naves deben tener entradas y salidas para que los pollos puedan decidir si quieren estar adentro o afuera.

Nuestros pollos ecológicos alimentan de trigo y cereales 100% ecológico, libres de transgénicos y dioxinas.

La alimentación forzada está prohibida en la producción ecológica. Se considera que el pollo ecológico tiene un gusto más marcado porque no ha comido pienso industrial, tiene gusto de cereales, de haber comido al aire libre, y por eso no es seco. Son pollos melosos, con grasa muy infiltrada.

¡Nuestra carne de pollo ecológico es la más suave que encontraréis!